Acerca de G. I. Gurdjieff
Georgi Ivanovitch Gurdjieff consagró su vida al servicio de un conocimiento verdadero, conservado oculto, y a la tarea de hacerlo revivir en nuestros días. Nació alrededor de 1870 en el Cáucaso, encrucijada de culturas y tradiciones orientales y occidentales. Su libro Encuentros con hombres notables recuerda sus primeras experiencias en sus encuentros con otros "buscadores de la verdad". Describe cómo su búsqueda del sentido de la vida le llevó a entrar en contacto con comunidades aisladas de Oriente Medio y Asia, donde recogió las huellas de un antiguo conocimiento.
A partir de 1912, Gurdjieff reunió en Moscú y San Petersburgo a un círculo de personas interesadas en su búsqueda. Después de la Revolución Rusa y tras un largo viaje, Gurdjieff se instaló finalmente en Francia en 1922, donde abrió un Instituto para poner en práctica su Enseñanza para un desarrollo armónico del hombre. En Francia y Estados Unidos, organizó conferencias y demostraciones de danzas sagradas y ejercicios rítmicos denominados los Movimientos. Tras su muerte en París en 1949, sus alumnos se reunieron en torno a Jeanne de Salzmann, a quien había confiado la responsabilidad de continuar su obra.
Sobre la base de los conocimientos que Gurdjieff había reunido, y a partir de este núcleo de alumnos, se formaron en muchos países Institutos y grupos Gurdjieff que continúan la transmisión directa de su Enseñanza, en estrecha relación con la casa madre en París, y se dedican al estudio del hombre, su posible evolución y su lugar en el mundo.
La palabra de Gurdjieff es siempre una llamada, una llamada a despertar la conciencia del hombre dormido.